Cómo elegir el tiempo correcto de los verbos en español

Nubosidad variable
Vivo sola, eso ya te lo dije el otro día cuando te vi. Y no tengo hijos. Antes tenía una gata que atendía por Hache, muy cariñosa y con gran personalidad. Pero me negué a castrarla y, en época de celo, una noche de abril me abandonó. Suena a tango ¿verdad?, y de hecho lo viví un poco como un tango, porque tengo tendencia.
No he querido volver a tener más gatos, y a veces la llamo en noches de luna, sabiendo que nunca volverá. Pero aunque al acordarme de cómo se acurrucaba en mi regazo me entran ganas de llorar, le deseo toda la felicidad del mundo, y me gusta que fuera ella misma quién eligiera su destino. Son los peligros de dar rienda suelta. Me ha pasado con algunos hombres también, y no escarmiento.